7 de noviembre de 2016

Te echo de menos

Hoy quiero gritarle al mundo lo que te echo de menos. Tus risas abiertas sin importar el porqué. Tus conversaciones con cualquiera sin pensar el ser juzgada. Tus comentarios espontáneos. Tus salidas de tono. Tus atracones a dulces sin ni siquiera pensar en lo que vendrá después. Tu "me importará". Tu forma de vivir el momento, el presente, ese regalo. Tu capacidad de hacer bromas. Tu manera de vestir, desaliñada el día después de salir de fiesta hasta las seis de la mañana, yendo a clase sin apenas dormir, o arreglada al levantarte guapa otro día más con fuerzas por saber y afrentar lo que venga. Tus horas viendo películas o series. Tu despiste o vagancia, el no querer hacer deberes porque de verdad tienes algo más y mejor que hacer. Tu "ya lo haré después". Tus baños eternos con la bañera a rebosar. Tus gritos cantando sin importarte quien te oyera. Tu lema de ande yo caliente ríase la gente. Tus bocadillos de bacon. Tu disfrute con un balón en los pies. Tu capacidad de hablar en clase. Tu confianza en ti misma, esa inquebrantable. Tus horas hablando con la gente, sin nadie capaz de callarte. Tu genio para el sarcasmo y la ironía.

Teniéndolo todo, no te tengo a ti. Lo más esencial, lo que siempre me va a acompañar. 

Quiero gritar, y sin embargo aquí me quedo. Estancada. En una habitación sin luz, añorando la chica que solía ser. Echándome de menos.

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